Su cabina había sido diseñada por la compañía inglesa Briggs Bodies y básicamente, era idéntica a las que te tuvieron otras marcas como Leyland, con su modelo Comet o Dodge, con el Kew.
El B-35, estaba pensado para una carga útil de cuatro toneladas, y dotado de un motor Ebro de cuatro cilindros, que entregaba 70 CV.